Batallas de la Tierra Media.

Batalla de los Campos del Pelennor.

Un gran ejército de la sombra, formado por unos 200.000 orcos y comandado por el Rey Brujo de Angmar, regente de Minas Morgul, toman los fuertes de la isla de Cair Andros, cruzan el Anduin e invaden el Anórien este. Avanzan incontenibles hasta presentarse ante Minas Tirith en los Campos del Pelennor. Además de orcos y Uruk-hai, el ejercito de Mordor disponía como aliados a los Haradrim, Variags, Trolls y los nómadas orientales de Rhûn. La defensa de la Ciudad estaba comandada por Denethor II, senescal de la ciudad, pero, creyendo muerto a su hijo Faramir, pierde la razón y es Gandalf el que asume el mando del las tropas de Gondor.

Aragorn y sus compañeros buscan la alianza de los Muertos de la Montaña, el ejército de los espectros, mientros Rohan, con el Rey Théoden a la cabeza, se prepara para la guerra y reúne un gran ejército de caballería para auxiliar a Gondor.

Mientras tanto, los ejércitos de Sauron ponen sitio a la Minas Tirith logrando destruir el portón principal de la ciudad, en duro enfrentamiento con las tropas de Gondor resguardadas tras los fuertes muros de la ciudad. Las bajas en el ejército de la sombra son enormes, pero su superioridad le permite soportarlas y mantener un empuje que difícilmente pueden detener las tropas de Gondor.

Mientras los orcos atravesaban el portón, llegaron los Rohirrim en medio del sonido de sus cuernos de batalla, que se desplegaron en una gran cuña de caballería, que, tras una arenga de su rey Théoden, cargó con furia y resolución contra las tropas de Mordor que asediaban la ciudad. Los jinetes chocan contra los orcos, matando a la mayoría en el impacto, aunque pagaron un duro tributo de sangre ante las picas orcas.

Los Haradrim del sur acudieron en auxilio de sus aliados de Mordor y se enfrentaron a los Rohirrim, con sus mûmakil u olifantes. La caballería rohirrim se enfrento a las poderosas y enormes bestias que arrasaban con todo. Los Rohirrim tumbaron a varias. La lucha fue encarnizada hasta que los Haradrim se hubieron retirado, victoria que costó muy cara a la caballería, más de 2.000 jinetes de rohan. Eómer se distinguió especialmente en esta lucha.

En poco tiempo, sin embargo, los orcos y sus aliados Harad, Variags de Khand y Haradrim se reorganizaron para volver a atacar liderados por el Rey Brujo de Angmar. Fue entonces cuando Théoden fue herido mortalmente al ser envestido por el Nazgûl en un combate desigual. En ese momento la carga de los Rohirrim se detuvo, pero Eowyn se enfrentó al Nazgûl y lo derrotó con la ayuda de Merry, hazaña sin igual que casi les cuesta la vida. Los rohirrim se prepararon entonces para la batalla final en la que sabían que no había retorno. Además, las velas negras de Umbar aparecieron en el horizonte, en el río. Los ejércitos de la sombra aumentaron su moral con la llegada de los corsarios.

La preocupación y desconcierto en el ejéncito de Mordor apareció cuando de los barcos desembarcaron Aragorn, Legolas, Gimli y el Ejército de los Espectros en vez de los corsarios. En ese desconcierto, las hordas de la sombra fueron finalmente superadas por los defensores de Minas Tirith que atancaron desde la ciudad, mientras los Rohirirm lo hacían desde el norte y los Ejércitos de los Espectros desde el río. Aquello fue demasiado para los soldados de Mordor, y la balanza se inclinó definitivamente del lado de los pueblos libres de la Tierra Media.

La victoria final de Rohan y Gondor no fue gratuita, más bién todo lo contrario, pues miles fueron las bajas entre los ejércitos de los pueblos libres de la Tierra Media, que quedaron diezmados pese a la victoria. Entre ellos, como se ha dicho, pereció Théoden de Rohan y muchos capitanes, que fueron grandemente honrados y enterrados en los Túmulos de Mudburgo, cerca del Anduin.

Esta batalla no acabó con el poder de Sauron, pues pese al gran número de bajas, solo era una parte del gran ejército de las sombras que continuaba acantonado en Mordor. Sirvió, no obstante, para desviar la atención de Sauron y permitir el avance de Frodo y Sam a través de la Tierra Negra.