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Batallas de la Tierra Media.

Batalla de los Cinco Ejércitos.

Tras la caída de el dragón Smaug a manos de Bardo el Arquero, la compañía formada por los enanos Fíli, Kíli, Balin, Dwalin, Dori, Nori, Ori, Óin Hijo de Gróin, Glóin, Bifur, Bofur, Bombur y Thorin Escudo de Roble, el hobbit Bilbo Bolsón y Gandalf el Gris como jefe, recupera el tesoro que el dragón guardaba en su guarida de la Montaña Solitaria. Al enterarse de esto un ejército de hombres y elfos, liderados por Bardo y el rey Thranduil, se dirigieron juntos hacia Erebor para recuperar el legendario tesoro. Pero llegaron tarde, pues los trece enanos y el hobbit se habían atrincherado en la montaña, levantando un parapeto como defensa.

Batalla de los Cinco Ejercitos

Smaug cuida el gran tesoro bajo la Montaña.(John Howe).

El sitio condenó a la compañía de Thorin al hambre, pero este no cedía ante las pretensiones de hombres y elfos, que reclamaban para sí una catorceava parte del tesoro. La petición era justa, pues el tesoro de Smaug estaba formado tanto por riquezas enanas como élficas y humanas. Pero Thorin se negaba a negociar, (los enanos eran conocidos por su avaricia) y había enviado mensajeros a las Colinas de Hierro, para persuadir a su primo Dáin II para que le enviara refuerzos.

La posibilidad de que estallara una terrible batalla entre elfos, hombres y enanos preocupó a Bilbo Bolson, quien tomó la decisión de ceder la Piedra del Arca (la joya más preciada de entre los enanos de Erebor) a Bardo y a Thranduil, sin consentimiento de los enanos. Esto le valió al hobbit respeto por parte de hombres y elfos, quienes intentarían negociar el cambio de la joya por una parte del botín de Smaug. Esa noche, tras regresar Bilbo a Erebor, apareció Gandalf, que había abandonado anteriormente el viaje de la compañía por otras causas urgentes.

Batalla de los Cinco Ejercitos

Thorin y los enanos se hacen fuertes en la Montaña. (Alan Lee)

Al llegar el ejército de Dáin, los enanos se prepararon para la batalla pero, repentinamente, las nubes se oscurecieron y bandadas de murciélagos oscurecieron el cielo anunciando la llegada del ejército trasgo desde sus tierras septentrionales, pues estos vieron la posibilidad de sacar partido de las rencillas entre los tres pueblos.

Los enanos y el ejército de hombres y elfos olvidaron sus diferencias y se unieron para combatir juntos a los trasgos y huargos que aparecían desde el norte. Durante largas horas se libró la batalla en el valle, a los pies de la Montaña Solitaria, hasta que por fin la victoria de los hombres, enanos y elfos era inminente. Pero, por desgracia, un nuevo ejército de trasgos y huargos llega desde el norte dispuesto a atacar. Esta vez, los trece enanos y Bilbo Bolsón abandonan la seguridad de la fortaleza y entran en batalla, con Thorin al mando.

Batalla de los Cinco Ejercitos

La batalla fue dura, pero victoriosa para el ejército de elfos, hombres y enanos.(Alan Lee)

La llegada de Beorn a la batalla nivela un tanto la balanza, pues derrota a los trasgos y mata a Bolgo, el capitán del ejército de la sombra. Pero elfos, hombres y enanos sufren graves bajas y en ese momento, desvanecida ya toda esperanza, aparece un ejército de Águilas desde poniente. Bilbo llega a avisar a su ejército sobre esta nueva ayuda, pero una piedra le golpea el yelmo y cae sin sentido. Mientras el hobbit permanecía inconsciente, los trasgos sufren tal derrota hubo paz en el norte por largos años.

Entre las muchas bajas sufridas por elfos, hombres y enanos está la del Rey Thorin, que recibió el impacto de una lanza al tiempo que sus sobrinos Fíli y Kíli le intentan proteger, recibiendo muchos impactos del enemigo. Ambos perecen también en batalla con valor y honor.

El rey Thorin de los enanos es enterrado muy hondo bajo la Montaña Solitaria, y sobre su pecho, Bardo el Arquero, le coloca la Piedra del Arca, seguido por Thranduil, quien coloca sobre su tumba la espada Orcrist, la cual había sido arrebatada a Thorin por los trasgos en su anterior encuentro con ellos en las Montañas Nubladas.

Batalla de los Cinco Ejercitos

Entierro de Thorin. (Alan Lee).

Tanto el reparto del tesoro como del reino de Erebor quedaron a cargo de Dáin, primo de Thorin, quien administró el oro con justicia.

Los elfos recibieron las esmeraldas de Girion, que antaño fueron suyas, y como obsequio Bilbo entregó a Thranduil un collar de plata y perlas que Dáin le había dado anteriormente.

A los hombres de Bardo les fue entregada una catorceava parte del botín, lo que significaba una riqueza excesiva dada la grandeza del tesoro. Con ese dinero repararon sus viviendas en Esgaroth, quemadas por Smaug.

A su vez, Bilbo recibió dos pequeñas cajas: Una llena de oro y la otra llena de plata, suficientes como para volverle rico.

El tesoro recibió una importancia menor por los tres pueblos, ya que aquel comenzó enemistándolos y terminó demostrándoles que la amistad de los pueblos libres es muy superior a cualquier riqueza material.